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El mundo de las tablas ofrece una amplia variedad que no se conoce demasiado. Existen obras simples, sencillas y divertidas que no necesariamente son las más conocidas y comerciales


Ir al teatro es una actividad poco popular si se compara con otros lugares elegidos por los jóvenes para salir un viernes o un sábado a la noche. Ahora bien, la escasa asistencia juvenil a alguna obra teatral comercial se limita en gran parte a aquellas de la mítica avenida Corrientes. Pero el fenómeno del teatro independiente comienza, poco a poco, a pisar fuerte, crecer, y presentarse como alternativa a los gigantes del centro porteño.

“Hay un montón de obras que quizá no son tan conocidas y no están en calle Corrientes pero que son re divertidas e interesantes”, dice Diego Polski, un profesor que supo dar clases en varias escuelas y hoy brinda talleres particulares en su casa.

Ana Sceni, profesora de teatro en la escuela Timbre 4, argumenta que “las obras más simples, con su austeridad, también tienen algo especial que las hacen valer la pena”. De hecho, si hay que hablar de la movida independiente, es imposible no mencionar al gigante Timbre 4, cuyo fundador, Claudio Tolcachir, ha hecho tanto por el teatro, que en el 2012 fue reconocido como Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires por su labor en el rubro.

"El fin último de cualquier sala teatral de este tipo es la evolución artística, el crecimiento y el desarrollo grupal y personal de sus integrantes. Pero ese espacio también es nuestra fuente de ingresos. Vivir del teatro es un trabajo muy complejo. Por eso, vamos desarrollando ideas y estrategias para preservar nuestra independencia artística y económica”, contaba en una entrevista Tolcachir a Clarín.

Todos los fines de semana las salas de su escuela pasan a ser escenario de las más diversas historias. El precio de una entrada vale alrededor de $80. Claro, hay que decir que existe un nivel de escenografía que no es el mismo que puede encontrarse en TOC-TOC, obra que va por su cuarta temporada y se presenta en el Multiteatro, cuya entrada va desde $350.

Pero hay otras tan baratas, con puestas en escena muy simples, que cuentan una historia que no dura más de 20 minutos, y que su precio es de $30. Sí, tan sólo $30. Estas sencillas obras se pueden encontrar en simples espacios culturales.

Para contrastar, los porteños también tienen ofertas como “Piel de Judas”, la obra de moda protagonizada por Susana Giménez en el teatro Lola Membrives. Su precio, puede valer hasta $700. “Madres e hijos”, también en el Multiteatro, cuesta $260, o “La omisión de la familia Coleman”, que sale $350 más.

Pero si se busca otra oferta económica también está el particular teatro La Carpintería, que ofrece desde “El centésimo mono”, a $150, hasta “Matarás a todos”, gratis.

A todo esto, un párrafo aparte merece el teatro “a la gorra”, una alternativa totalmente gratuita, con un matiz aún más austero pero no por eso menos agradable y un toque familiar, que se puede encontrar en peatonales, o en las calles de los barrios más tranquilos de la ciudad.

Basta investigar. O escuchar del boca en boca. “Algunas obras independientes tienen la calidad de una que se encuentra en la cartelera de los grandes teatros”, señala Adriana Ferreti, alumna de la escuela Moscú y que disfruta de ir a los pequeños teatros todos los fines de semana. Propuestas no faltan. No hay que perdérsela.

Hoy en día, la gran mayoría de los jóvenes espera al fin de semana para poder liberarse de todas sus responsabilidades y finalmente, disfrutar. Es sabido que ese disfrute, para muchos, pasa por alcohol, las fiestas y el descontrol.


"Primero buscamos donde y con quienes hacer previa. Solemos elegir gente que este en la misma que nosotras. Si ponen el alcohol mejor, pero sino compramos un par de botellas. Al boliche no llegamos sobrias nunca" comenta Martina Gonzalez, estudiante de diseño gráfico. Este comportamiento, es la figurita repetida de la noche porteña.  Un fenómeno que se escucha los viernes a la noche y se ve en las botellas vacías  del sábado por la mañana.
Una encuesta de la Fundación DAAT realizada entre chicos de 16 a 22 años dice que el 65% de los jóvenes asegura que beber los desinhibe, les genera una falsa sensación de seguridad y los “entona” para salir.


Según el informe, el 80% de los varones consumen 1.650 cc de alcohol cuando se estima que la ingesta normal promedio permitido por día es de 250 cc. Mientras, el 85% del sector femenino consume 1.250 cc, cuando lo normal serían 125 cc diarios. "Los números son preocupantes, no es que no puedan tomar uno o dos vasos, el problema es que necesitan de cierto comportamiento para pertenecer y divertirse. Ni hablar lo que gastan en bebidas, ropa adecuada y en la entrada al boliche. Se aproxima que en una noche pueden gastar más de $250. Aparte del gasto físico y mental que conlleva beber todos los fines de semana" comenta Constanza Hornos, psicóloga especializada en adolescentes.


De acuerdo con otra encuesta realizada por la Universidad Siglo 21, casi siete de cada 10 argentinos de entre 18 y 60 años (68%) piensan que necesitan del alcohol para conocer a alguien.  Si bien los jóvenes no tienen una conciencia real de la repercusión de esa "ingesta constante",  fueron quienes aceptaron que "aunque sea en dosis pequeñas, el alcohol daña la salud". Mientras que lo de 51 a 60 años no pudieron reconocerlo de la misma manera.


Un 44% de los encuestados bebió varias veces como para llegar a perder el control de la situación. Un poco más los hombres con el (47,2%) que las mujeres (40,6%). Y por supuesto, los jóvenes más que los mayores: 52,4% entre los 18 y 30 años; 48,1% entre los 31 y 40; 39,3% entre los 41 y 50, y 34,3% a partir de los 51 años. Un 36% aseguró que había consumido alcohol hasta el punto de perder el conocimiento, dentro de esta cifra prevalece el sector masculino. La mayoría (87,2%) lo consideró "negativo".


"Gasto más el viernes y el sábado que en el resto de la semana. De movida son $150, entre una botella de algo, taxi y un par de gastos más. Si llego tarde al boliche y pago la entrada, pueden llegar a ser $150 y si no llego a poder "manguear" un trago, tal vez son $50 a $70 más" agrega Martina.

Esto demuestra que el problema reside en la creencia y la costumbre. Si bien no son todos, pero la mayoría de los adolescentes hoy en día creen que para "descontrolar" su vida, necesitan que cada viernes o cada sábado a las tres de la mañana, su cuerpo se encuentre totalmente invadido por alguna sustancia. Ahí se halla una falsa sensación de disidencia, donde el descontrol y el derroche pasan a ser una regla. 
Por Florencia Liggieri

Las cosas básicas que se necesitan para el cuidado de un bebé suelen ser muy caras, así que es importante tener en cuenta todos estos gastos a la hora de decidir tener un hijo:


Los pañales son uno de los elementos indispensables en el día a día del bebé. Constituyen un gran gasto y por un tiempo prolongado, más o menos hasta los dos años de edad del niño. Una bolsa de pañales de buena calidad de 60 unidades cuesta a partir de los 230 pesos, y un bebé utiliza entre 3 y 5 pañales por día, es decir que al mes hay un gasto de $460. A esto se le suman las toallitas húmedas cuyo paquete paquete más grande sale entre 30 y 50 pesos. ¿Cómo ahorrar?: Se puede utilizar pañales de tela y lavarlos, aunque el 95% de las mujeres prefieren los pañales descartables por una cuestión de comodidad e higiene. Por eso la mejor manera de ahorrar en pañales es comprarlos en gran cantidad en mayoristas.



La leche es uno de los productos que más impactan en el bolsillo. Muchas mamás se sorprenden al enterarse del precio de cada pote, que vale a partir de los $100, y la rapidez con que se gasta. ¿Cómo ahorrar?: La mejor forma y más recomendada de alimentar a un bebé siempre es la leche materna. Elegir la fórmula en polvo cuesta menos que la leche lista para usar o el concentrado líquido.
La ropa es necesaria aunque en esta etapa dura muy poco, ya que los bebés crecen constantemente y necesitan cambiar de ropa a menudo. Hay que destacar que este es un gasto muy disfrutado por los padres, que siempre a pesar del precio quieren vestir bien a sus hijos. ¿Cómo ahorrar?: Es una buena idea hacer un Babyshower para recibir regalos para el bebé como ropa o juguetes. También se puede evitar comprar ropa de marca en los shoppings, donde una remerita cuesta arriba de los 200 pesos, lo mismo que vale una remera para una persona grande.

Los gastos de carrito para llevar al bebé empiezan desde los 800 pesos en adelante, y depende del material con que este hecho, de las marcas y de los modelos. Los bebés necesitan también andador para caminar, sillita para el auto y para comer, entre otros miles de artículos nuevos que se renuevan en el mercado para estimular a los chicos. ¿Cómo ahorrar?: Como la mayoría de estos objetos son usados por un corto tiempo, y si fueron cuidados, suelen quedar en muy buen estado, por lo que una buena forma de ahorrar es comprarlos usados por páginas de Internet. También es importante comprar modelos que sirvan desde recién nacidos hasta que crezcan, si no se tiene en cuenta ese detalle probablemente se deba cambiar de carrito a medida que el bebé vaya creciendo. También hay muchos otros gastos relacionados a la crianza y bienestar del bebé, como los juguetes, gastos médicos, guarderías o niñeras. Son cosas que una mujer aprende a medida que toma la decisión de tener un hijo y lo acompaña en su crecimiento.
           La lucha contra el machismo sigue hasta el día de hoy y se presenta como uno de los problemas que debe enfrentar la mujer en su vida cotidiana. Los derechos que encarnan reclamos de mujeres que quieren abortar son otra forma de las jóvenes de mostrar que la lucha por una re-significación del sector femenino pisa fuerte.

Teniendo en cuenta que miles de mujeres se someten a abortos todos los días, dónde lo hacen y como, es una cuestión que tiene injerencia nacional.

Aunque el código penal vigente mantenga en clandestinidad la práctica abortiva, muchas mujeres interrumpen voluntariamente su embarazo recurriendo a las “clínicas” clandestinas que facturan miles de millones de dólares anuales. Los dueños de estas empresas, también suelen tener el capital que mueve campañas políticas y son los primeros en estar en contra del aborto.

 Muchos médicos que hacen objeción de conciencia en los hospitales públicos, son los mismos que cobran hasta 12 mil pesos por un aborto clandestino en una clínica. Detrás de todo esto hay un gran contrincante que es económico, por eso hay una gran pelea en contra de la legalización para que siga habiendo un negocio clandestino que es el que mueve toda esta plata” comentó hace un tiempo Cecilia Merchán, ex diputada nacional. Diversos estudios estiman que en nuestro país se producen anualmente entre 455.000 y 500.000 abortos, casi un %40 de los embarazos totales.

 “Desde el punto de vista de la salud pública, el problema no es la práctica del aborto en sí mismo. Según la Organización Mundial de la Salud, un aborto realizado en buenas condiciones técnicas no pone en peligro la salud de la mujer; el problema radica en las condiciones de inseguridad, promovidas por el marco de clandestinidad en que los abortos se practican” comenta Estefanía Cioffi, una médica especializada en socorrismo de jóvenes abortistas.

Si bien la penalización del aborto provoca una limitación para todas las mujeres, para las más pobres las consecuencias y obstáculos son mayores porque son quienes más sufren la injusticia social que genera una falta de educación sexual y social. Sin intención de estigmatizar, es la mujer pobre la que paga con su vida, es violada o violentada y carga consecuencias en su salud para luego ser sometida a interrogatorios y a experiencias de tortura física y psíquica en servicios de salud.

La dirigente del MST-Izquierda Vilma Ripoll dijo para el sitio web Infobae: "El aborto más o menos de calidad vale más de $10 mil. Pensá cuántas mujeres de nuestro país pueden gastar ese dinero. Mientras cada uno refleja distintas posiciones ideológicas, el aborto se sigue haciendo. Es un problema grave de salud pública porque hoy en día hay 700 mil nacimientos y 500 mil abortos en el país y es la primera causa de muerte materna". Ripoll hizo hincapié en la cantidad de abortos que se practican, las mujeres que mueren y el costo de cada uno: "Sacá la cuenta: alrededor de 600 mil que se producen por año, multiplicado por 10 mil que es lo que vale. La plata que mueven las clínicas privadas contra las que nadie va y que, por supuesto, son clandestinas y nadie controla la calidad. Las mujeres van ahí y algunas son una carnicería, pero es lo que pueden pagar. Las más baratas son de 2 mil pesos".

Una vez más, el presupuesto tanto nacional como provincial no es suficiente para la cuestión de género y clase social. Hoy en día, el subsidio que se destina por violencia de género, por ejemplo, es de $0.80 por cada una.

Otra cara de la moneda Hace un tiempo la OMS aprobó las pastillas abortivas en el primer trimestre como elemento seguro de interrupción del embarazo. Con esta declaración se confirmó que las ventas aumentaron considerablemente. De todas formas, no se niega que detrás de todo hay un negocio.
El Mundial de Rugby está llegando a su etapa decisiva. Con Los Pumas como protagonistas una vez más, viajar a la cuna del deporte para disfrutar del mejor rugby en los cuatro partidos que quedan es una oferta tentadora. Aquí, algunos números para sacar rápidas cuentas y tomar la decisión.
Hace más de 106 años que las zapatillas Converse están en el mercado. Las han usado desde James Dean hasta el músico Kurt Cobain. A pesar de su éxito rotundo encontrado en la lona y la goma, hace algunos años Converse pertenece a Nike, y en la actualidad es el arma secreta de la marca de la pipeta. Durante años, Converse dominó la industria de las zapatillas. Además, fue el calzado por excelencia de muchos jugadores de básquet, de hecho, tuvo tanto éxito en ese ámbito que en 1923 decidieron cambiarle el nombre a Chuck Taylor All Star, en honor al vendedor y entrenador de básquet. Con el correr del tiempo, la gente las nombró solo All Star. El gran fuerte de las zapatillas fue la publicidad, el auge fue en 1950. A pesar de la fama rotunda por los anuncios, o la imagen recordad de Andy Warhol usándolas mientras pintaba, en 1990 la marca comenzó a tener inconvenientes y se declaró en suspensión de pagos. De esa manera, en 2003 aceptó 305 millones por parte de Nike, y la marca de la pipeta se adueñó de la marca de la estrella. “Cuando Nike compró Converse, se pensó que seguiría siendo el modelo clásico pero en vez de la estrella tendría la pipeta, sin embargo el logo de Nike está tan integrado al modelo entero de la zapatilla que sería imposible que las All Star lleven una pipeta. Tiene que ver con el marketing visual. Por eso siguieron con la marca y apostaron a otros modelos, no se querían arriesgar” afirmó a ECO Sub 21 Eugenio Palopoli, autor del libro La historias de las marcas deportivas. Según la marca, Converse ha vendido más de mil millones de zapatillas. Por otra parte, en 2013, a través de All Star se registraron ingresos por $1.700 millones, 15 por ciento más que en 2012, hay que tener en cuenta que cada día se venden más de 200 mil pares de esta marca en todo el mundo. Además, Nike no erró en adquirir Converse, porque desde que la compró, sus ingresos aumentaron un siete por ciento, y con el correr de los últimos tres años, los ingresos se han disparado un 13 por ciento. De todas maneras, las zapatillas de la estrella no se han vendido como esperaban, por eso se ha cambiado el tipo de distribución por Estados Unido y Europa. En la actualidad, las zapatillas Converse se venden en más de 160 países, y se espera que Nike lance viejos modelo con el fin de no perder la esencia del calzado que siguen vigentes a más de un siglo de su creación. Photosnack creado por María del Rosario Maldonado*


Cuando Pedro Mendoza llegó a estas tierras para fundar Buenos Aires, no sabía que estaba enfermo de sífilis. Por otra parte, el creador de la bandera argentina, Manuel Belgrano, también murió de la misma enfermedad que padecía Mendoza. Con el correr del tiempo, se puede afirmar que ellos no se habrían enfermado si hubieran usado preservativo. El profiláctico comenzó a utilizarse en 1880, y en la actualidad es una industria que genera millones de ganancias.

En el año 2011, según las ventas de las empresas productoras de preservativos, estimaban que en Argentina se vendían 180 millones de profilácticos al año (unos 4,5 por persona), el doble que en 1991. Por otra parte, en la actualidad, el 70 por ciento del mercado está controlado por las empresas Prime y Tulipán. En el año 2012, la marca de la flor vendió alrededor de 50 millones de unidades.

“A pesar de que cerró la importación, el negocio creció mucho a partir del 2011 porque muchos países vecinos empezaron a pedir nuestros preservativos, o el caso de España, que por la crisis tuvieron que empezar a importar profilácticos”, dijo a ECOSub21  Felipe Kopelowicz, director de Tulipán. Por otra parte, agregó que “al crecer el negocio, comenzaron a aparecer otras marcas, pero esa competencia nos hizo crecer porque en los comercios nos dieron más espacio para mostrarnos”. En 2013, su compañía fabricó 180 millones de unidades, y facturó 138 millones de pesos.

En 2011, la página web Fortuna realizó una encuesta y demostró que el 65 por ciento de las personas compran profilácticos en kioscos, el 25 por ciento en farmacias, y el 10 por ciento en hipermercados. Además, reveló que Prime apunta a un público cercano a 25 años, mientras que Tulipán se concentra en jóvenes de 16 a 25 años. Por otra parte, un estudio en 2010 de Universal McCann descubrió que entre 2005 y 2010, creció 29,4 por ciento la compra de preservativos en los sectores de nivel socioeconómico bajos.

Rubén Daniel Vino, dedicado a la industria del cine erótico, destaca que en sus películas se usan los preservativos pero que “se gasta mucha plata a la hora de comprarlos. Imagínate que a veces se graban hasta 30 escenas de sexo por día, es mucho el gasto”. Sin embargo, aclara que el problema no pasa por ahí, sino porque “al espectador no le gusta, le cae como un balde de agua fría, ellos quieren realismo. Pero da seguridad, y ese mensaje le llega a los pibes”.

La historia de los preservativos comenzó hace años en Egipto, cuando sus habitantes usaron cubiertas de lino para tener sexo y nos contagiarse el sífilis. Mucho después, en 1861 se empezaron a fabricar con caucho, y a promocionarse en el diario New York Times de Nueva York. Algunas décadas luego, en 1881 comenzaron a producirse con látex. Sin embargo, la gran demanda se dio entre 1980 y 1990 con el descubrimiento del Sida. En ese entonces, Japón desplazó a Estados Unidos como máximo exportador, utilizando los preservativos Kimono, que eran más delgados y mejor lubricados.

En la actualidad, Malasia es el mayor exportador de látex a nivel mundial. Por otra parte, la Global Industry Analysts afirma que para el año 2020, las ventas mundiales de preservativos aumentarán un 46 por ciento, alcanzando los 6.500 millones de dólares anuales. Este negocio cada vez da más placer, tanto a los consumidores como a quiénes lo producen.



La economía que abarca al público femenino, sin duda es una de las que más ganancias deja. Los rubros comienzan desde peluquerías, salones de estéticas, gimnasios, negocios de ropa, maquillajes, perfumes, entre otros.

 Según encuestas, las etapas en que las mujeres más invierten en su estética son en la juventud, cuando comienzan a estudiar o a trabajar y después de los 40, cuando quieren volver a sentirse “jóvenes”. Para estos gustos femeninos, hay opciones de todos los precios y calidades, para no dejar de lado a ninguna clase social.

María Molina, dueña hace cuatro años de una peluquería de barrio en Don Torcuato, relata su experiencia y los servicios que brinda. “Es fundamental trabajar bien y con buenos productos, porque la mayoría de mis clientas vienen por el boca a boca, o recomendación”, afirma y asegura que la peluquería le deja “muy buenas” ganancias. “Las mujeres se toman su tiempo para venir, relajarse y sentirse bellas. Doy un buen servicio y todas se van contentas y conformes. Si bien dentro de la zona soy uno de los salones con más altos precios, sé que tampoco puedo matarlas”. Un corte de pelo sale 110 pesos, una tintura entre 150 a 350 pesos, un baño de crema 180 a 300, belleza de manos 80 pesos y depilación a partir de 60 pesos.
En otro panorama distinto, se encuentra la cadena de peluquerías Cerini, que apunta a la clase alta. “Nosotros apuntamos a cierto nivel de mujeres que sabemos que pueden pagar por nuestro servicio, por eso el valor de nuestros precios”, expresa Martín Granados, coiffeur encargado del salón Cerini de Martínez. Los precios de tinturas para el pelo arrancan desde los 400 pesos para arriba, el corte 250, la belleza de manos 150 y los baños de crema de Kerastase, 500 pesos.

 Una clienta habitué de Cerini afirmó que, si bien a ella le “encanta” el servicio y el “glam” de esa peluquería, es “consciente” de que paga un montón de plata, una vez al mes, para mantener su pelo, mientras que en otros salones puede reducir su gasto a menos de la mitad.
 Dentro del negocio de belleza femenina también están los centros de estética, en donde las mujeres modelan su cuerpo. Los servicios más elegidos son radiofrecuencia, electrodos, drenaje linfático con botas y manual, masajes relajantes, exfoliaciones, limpiezas de cutíes, entre otros. Los precios comienzan alrededor de 200 pesos en adelante, por sesión semanal.










Si bien el circuito "underground" siempre tuvo espacio importante dentro de la industria cultural, hace un tiempo que ocupa un lugar clave para la noche porteña de facturación y atracción de jóvenes y también adultos. Con propuestas que suelen fusionar el vanguardismo que trajo la modernidad con artes más clásicos, el under acompaña a una forma de vida que suele ser más descontracturada. Sus horarios madrugueros y los diferentes espacios en muchos puntos de la ciudad, hacen que la unión colectiva parezca ser la disidencia.

Ya que las entradas suelen estar considerablemente más baratas que en otros lugares, ¿cómo logran financiarse todas las diferentes movidas culturales? Porque que las hay, las hay. La idea es mostrar la forma de financiar los diferentes proyectos, que conlleva todo eso y más que nada como lo consiguen los más jóvenes.

Cuando se trata de Colectivos Artísticos la plata suele venir de subsidios del Gobierno: ya sea INCAA, Ministerio de Cultura, Concursos, entre otros. Como un ejemplo claro, se encuentra la Universidad Tres de Febrero -UNTREFF-, que hoy en día está financiando bastantes proyectos audiovisuales. 

También puede venir por lo que se llama sector comercial -sponsors-, pero es más complicado de conseguir. Y debido a las imposiciones de los ejecutivos, que suelen mediar todo con una vara más “capitalista” y consumista, buscar fondos por este medio normalmente es "mal visto". Por otro lado, hay gente que se financia desde el sector privado. Ellos son estudiantes con plata de la familia o profesionales que están en un punto de su carrera donde pueden darse el lujo de autofinanciarse.
Pero la forma más usada, incluso la  más reconocida entre colegas,  es a pulmón. Esto funciona haciendo gratis, esperando que la red de contactos luego sirva para otros proyectos. Dando de corazón.

En cuanto a Centros Culturales la plata entra por la barra. Cuando se cobra entrada, ya sean las bandas de música o los diferentes artistas cobran un gran porcentaje del total y lo demás se lo queda el lugar. Pero “pizza y birra” es lo que junta plata. Más de lo que se suele pensar. También hay mucho canje y algo de subsidios. Hay lugares que aplican para que les subsidien los equipos o todo el espacio, como Elefante En La Habitación.

"Es cuestión de aguantar y disfrutar", comenta Ignacio Perini. Cuenta que estudió periodismo deportivo, pero que hoy en día se encuentra más cerca del sector artístico de la escritura y busca encontrar otro enfoque, que se aleja un poco de lo deportivo.  Lleva a cabo Bardo, una revista que se dedica a pensar la coyuntura actual de la poesía en relación a la oralidad y sus posibilidades. También organiza los Mega Bardo Festival, que se realizan de forma bimensual para recaudar fondos. “En los festivales hacemos feria de editoriales, poesía a pedido, pintura en vivo, poesía oral y mucha música” agrega Ignacio mientras se ata su melena.

La revista se financia en mayor parte a través de las ventas. Además, cuenta con el apoyo de centros culturales como La Oreja Negra, o ciclos como El Rockelin de El Emergente que al estar relacionados con la temática de la poesía oral, deciden publicitar en la revista. El punto fundamental, sin embargo, es que el único gasto que tiene la revista es el de imprenta, ya que las 15 personas -aproximadamente- que trabajan en ella, lo hacen sin percibir ninguna remuneración.
“Este mes vamos a armar un Ideame para juntar la plata necesaria para financiar los tres números que tenemos pensado publicar en 2016. La idea es lograr ese financiamiento colectivo a través de los lectores promocionando mediante las redes sociales”.

Como sucedió en el caso de Ignacio Perini, cada movida cultural tiene un apoyo de otra y así se forman redes de autofinanciamiento dentro del mismo ámbito.

Hace un tiempo se publicó la Nueva Guía del Financiamiento Público para la Cultura y las Artes, una idea del Ministerio de Cultura de la Nación que reúne 125 líneas de fomento para el sector cultural e incluye todos los préstamos, concursos, subsidios, premios, becas y ayudas abiertas por las diferentes áreas y los organismos que integran el Ministerio.

Se presenta como un instrumento útil para orientar a los creadores, emprendedores, productores, gestores y realizadores culturales que necesiten ayuda pública para definir sus proyectos. En la publicación, están asignadas las fechas de las convocatorias realizadas y se indica su frecuencia (anual, bianual, eventual, etcétera).

Algunos de los proyectos más interesantes que propone el gobierno y sus links:

Mecenazgo: El Régimen de Promoción Cultural consiste en la presentación de proyectos culturales para recibir aportes con el objeto de financiar su realización.

Estudio de grabación: Convocatorias para grabar en Estudio Urbano

Bandas x Barrios: Es un circuito permanente que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires proporciona para la promoción de músicos jóvenes.


Hacer ejercicio es una de las actividades más comunes entre los jóvenes. Si bien están los espacios verdes como los bosques de Palermo con sus circuitos, los clubes sociales o gimnasios ofrecen un servicio más completo para quienes lo deseen.

El club GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires), ubicado en Palermo, oscila su cuota mensual para jóvenes en 900 pesos, que permite utilizar las instalaciones y otros servicios, pero a eso hay que sumarle el precio de cada actividad o deporte (a excepción del gimnasio, que ya está incluido en la cuota). Los más comunes, como el fútbol, el tenis o la natación, tienen un costo mensual promedio de 60, 200 y 100 pesos respectivamente. En total, por mes hay que abonar un poco más de $1000.
También existen opciones más baratas en el ámbito, como el club Harrod´s Gath&Chaves, situado en Belgrano, cuya cuota mensual es de $350 (con el fútbol incluido) pero con un gimnasio y clases de tenis que valen $80 y $250 adicionales, respectivamente. Es decir, por mes, se pagarían cerca de $500.   

Por su parte, el rubro de los gimnasios últimamente se volvió casi una tendencia entre los jóvenes. Allí podemos encontrar al Club Fitness, también en Palermo, con su cuota promedio de $450(más costo adicional en actividades como el “spinning”). Aquel que quiera optar por la conocida cadena de gimnasios Sportclub, puede abonar un pase semestral de $530 o de $690, que varían según los beneficios que ofrecen.

Además del deporte, hay quienes también eligen estudiar algún idioma. Y aquí es donde las propuestas son más viables económicamente, ya que hay una amplia variedad de lugares gratuitos y de buena calidad en donde aprender, sin mencionar la posibilidad de hacer cursos online. El IES Lenguas Vivas o la UBA son algunos ejemplos de instituciones públicas con buenas cualidades. Ambas ofrecen cursos de inglés, francés, alemán, latín, entre otros, y su formación en distintas categorías, como posgrados, traductorados y programas de investigación.

Por otra parte, hay muchas culturales inglesas públicas desparramadas en distintos puntos de la ciudad que son una muy buena opción. Y a su vez están aquellas privadas, como CIBA, que ofrece cursos anuales por $7200 o intensivos cuatrimestrales de $3750.

Una última distinción podría hacerse en materia de artes escénicas. En el ámbito del teatro, por ejemplo, las posibilidades varían según el prestigio de cada lugar, ya que hay escuelas de menor recorrido y otras importantes, como la de Julio Chávez, Norman Briski o Lito Cruz. Para establecer un precio general, los alumnos deben pagar una suma que ronda los $700.

Por el lado de la danza sucede algo parecido. Por un lado están las escuelas pequeñas, como “Dreams”, ubicada en Lanús, que varían entre $400 y $600, y compiten contra gigantes como las de Julio Bocca, Laura Fidalgo o Reina Reach, cuyo precio comienza a partir de los $600.


Luego de haber barajado una considerable cantidad de precios, se puede calcular una suma estimativa: un chico que paga la cuota de un gimnasio, que cursa inglés dos veces por semana y que toma clases de teatro, desembolsa por mes un promedio de $1100 (teniendo en cuenta que la cultural inglesa es pública y no debe pagar). Queda claro entonces que aunque existen alternativas muy diversas y económicas, las actividades “extracurriculares” en general no son baratas y hay que priorizar a la hora de elegir.


Por Florencia Liggieri 

La idea de tener un auto es el sueño de la mayoría de los jóvenes. Empiezan a ahorrar para cumplir este objetivo y cuando a los 18 sacan el registro, o a los 17 con autorización de sus padres, esta ambición cobra más impulso. Esto ya no solo influye a los hombres, sino que ahora también al género femenino, ya que cada vez son más las mujeres que manejan y tienen auto propio.

En la economía de hoy en día, tener un auto consiste en un gran gasto y nivel de mantención que los jóvenes, muchas veces no alcanzan con sus sueldos. Todas estas implicancias no son tenidas en cuenta, debido a que el fanatismo y las ganas de tener un vehículo son mayores y se embarcan en la encrucijada de ser dueños.

Hay que tener en cuenta que los precios de los autos eran más accesibles antes en comparación de lo que salen ahora. Hoy en día un buen auto, a partir del modelo 2003, está alrededor de los 60 mil pesos, que como capital para un joven que recién entra en el circuito laboral, es mucha plata. También al tener más de diez años en uso, al comprarlos hay que considerar los gastos de mecánica y arreglos. Es un punto muy favorable para el ahorro si el auto cuenta con equipo de gas, ya que el litro sale 3,30 y con solo 50 pesos se llena el tanque. Cuesta mucho más barato que la nafta que vale 13,50 la Súper, que es la más económica, y llenar el tanque sale arriba de los 500 pesos.

Nicolás Martínez de 23 años, trabajador de la empresa Arcor con un sueldo mensual de alrededor de 11 mil pesos, relata su experiencia como propietario de un automóvil: “Mi primer auto lo compre a los 19 años, era un Gol modelo 97. La plata para comprarlo la obtuve de mis ahorros, ya que desde los 15 años trabajo”, explica y agrega: “cuando vendí ese auto y tuve un trabajo seguro y con un buen sueldo, decidí entrar en un plan, de 70% financiado y 30% efectivo, para comprarme un Chevrolet Celta 0KM, en agosto del año pasado. Desde ese tiempo hasta ahora ya sufrí 4 aumentos de cuotas, en este momento de gastos fijos entre el abono y el seguro tengo 4.300 pesos, una verdadera locura de plata ya que me queda un poco más de la mitad del sueldo para sobrevivir todo el mes y casi nunca me alcanza”.

Como conclusión asegura que “ama” su auto y le da “orgullo” tenerlo pero que es un gasto enorme que lo hace sentir “esclavo” de su vehículo.

Otro caso es el de los jóvenes, que corren con más suerte y sus padres le regalan un automóvil. Sofía Román de 19 años, es estudiante y trabaja en un local de ropa, su padre hace más de un año le regalo un Clio modelo 2004, pero la condición es que ella sola lo tiene que mantener. “Como no puedo trabajar muchas horas por el estudio, tengo un sueldo de 3.600 pesos que casi no puedo disfrutar porque la mayoría se me va en los 700 pesos que pago de seguro, que es uno de los más baratos ya que no es contra todo riesgo; en los 360 que pago de patente y el mayor gasto que es la nafta, con 100$ apenas sube una agujita en el reloj del combustible”, manifiesta.

Otro ejemplo y el más afortunado es cuando los padres les compran el auto y se los mantienen o los ayudan con los gastos. No hay que desmerecerlos, ¿quién no quisiera estar en su lugar? Así si da gusto tener un auto y no correr con todas las responsabilidades que implica.

Debido a todos estos presupuestos, muchos jóvenes eligen o no les queda otra opción, que manejarse con el transporte público. Con aproximadamente 500 pesos al mes, van y vuelven en subte, tren o colectivos, todos los días a su trabajo, estudio o a las actividades de su rutina.


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Un blog hecho con ❤ por un grupo de periodista de TEA, Argentina.